sábado, 14 de marzo de 2015

La inconsciencia de su no-desnudez..................

SU PIEL VESTIDA EN ROJO......................

 

Nuestros abismos
se comportan cual hoyos negros en el infinito del templo del pensamiento.

Sin acercarnos
mutuamente nos cuidamos de no devorarnos... sin engullirnos.

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LA GATA
 
El Sueño:
Es difícil de narrar porque ya casi no lo recuerdo, solo algunas partes y sensaciones, pero era un sueño contigo. En él hacíamos rodeos como en nuestra realidad compartida. En el sueño nos esquivábamos con la misma tensión que en nuestro mundo real.
 
Pero algo pasaba, algo que no recuerdo, era algo que te hacía acercarte a mi, y ese algo era importante. Ahora que estoy con la cabeza en la almohada mirando el techo pienso que, de manera desesperada, mi inconsciente me quiere decir que tal vez hay una explicación a nuestra no-historia. Pero ya no la recuerdo, ya no puedo interpretarla.
 
Ahora, a tientas de esas pocas imágenes medio percibo que ese algo era como una especie de coincidencia que la mismo tiempo me hacía sentir un alivio, era algo así como una especie vulnerabilidad tuya que yo miraba y que coincidía con una vulnerabilidad mía. Si, eso era. Sin poder recordar exactamente esa parte de la historia, de repente se viene a mí la imagen tuya hablándome directamente, cosa que nunca ha sucedido en la realidad, pero que en el maravilloso sueño me hacía sentir cercana a ti, y yo sentía suave tu presencia, mis ansiedades se destensaban por tus palabras, aunque no recuerde ahora cuáles eran.
 
Y me desperté sintiendo que te quería. Así, mucho y enternecidamente, con anhelo más que consuelo, y me sentía casi contenta. Mi cruel inconsciente me hace desearte otra vez. Pienso en esas malditas lo mismo que benditas realidades emergentes, esas realidades que no son reductibles a los estados hormonales o neurobiquímicos.

Las realidades del amor. Imagino que si existiera sólo una realidad que se agotara en una explicación, la realidad no sería tal como la conocemos. El misterio de la atracción que siento hacia ti estaría explicado totalitariamente: como si mi cerebro reaccionara al estimulo visual de verte a pocos centímetros y liberara hormonas y feromonas e hiciera latir mi corazón con harta glucosa de por todo mi cuerpo. El horror de la reducción dizque científica. Esos discursos de "la verdad" ya fueron destruidos por Foucautl, antes por terrible Nietzsche. Así.
 
¿Que por qué sueño contigo y siento quererte?
 
No lo sé.
 
Solo sé que tu rostro es hermoso y que me quedo como una gata maullando en la madrugada de su habitación solitaria, sin saber donde estás en éstos momentos. Sin saber el motivo de muchas cosas. Sin saber cómo duermes...
 
 
 
 
 
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