viernes, 25 de julio de 2014

Sin Amuleto.............

Leer Amuleto,

JARDÍN INTERIOR: hablar de nuestras infancias, de las costras cosechadas en las rodillas, de las palabras prohibidas buscadas en el diccionario, del QUERER-SABER, de los descubrimientos anatómicos en primera persona.
 
JARDÍN INTERIOR: aquel que en su rostro concentra la totalidad de la concentración al hacer la tarea de Ciencias Naturales, aquel que pulveriza las afirmaciones ordinarias desde la Facultad de Filosofía y Letras del Mundo.
 
JARDÍN INTERIOR:  cuando andaba por el jardín de la Unidad Habitacional Guelatao de Juárez en Iztapalapa,  cuando andaba por el espacio delirante del jardín ahora convertido en cantinas, bares, fondas y restaurantes de la Ciudad Capital, de cuando pides una cerveza y deseas que nadie te voltee a ver.
 
JARDÍN INTERIOR: de cuando habitas recuerdos encubiertos pero bien rumiados, rumiar los segundos del día, recibir una medalla de honor por semejante acto vomitivo.
 
JARDÍN INTERIOR: ven, te enseño lo que mis tías me trajeron ayer, qué es, un juguete nuevo, ven mira, es este, ah, y que hace, nada pero lo tienes que tocar arriba y abajo,
 
JARDÍN INTERIOR: que siembra una cascada de inoportunas confidencias improcedentes para el transcurso de toda su vida, que involuntariamente siempre aparecen produciendo un agujero entre el interlocutor y una (sólo en la clase de la Maestra de Español aparecen revestidas de la gracia propia de la Maestra... de Español).
 
Pero como soy yo la que dirige la película que yo misma veo, dirijo la actuación a escenografías y tomas que nos hagan aparecer bien plantados ante el amable público lector, inteligente y lúcida (al mismo tiempo), cuerda y graciosa (al mismo tiempo),
 
Y la pregunta que quisiera hacerle, no estoy segura de formularla adecuadamente en mi cabeza  [MISTERIO DEL JARDÍN]. El confort que siento al pensar en MAX COHEN, el personaje principal de Pi. El Orden del Caos,  
 
JADRÍN INTERIOR: y él, que no estaba acostumbrado a frecuentar ese tipo de lugares, al cabo de pocos días se vio dispuesto a salir de las húmedas fauces del metro del Ciudad Capital, las cuales hacían las veces de túneles del tiempo, o bien, de túneles de transbordo entre diferentes dimensiones [salir del metro Miguel Ángel de Quevedo, metro Bellas Artes, metro Copilco, metro Allende, metro Buenavista].
 
[[[[[pero en realidad, aquí nunca pasa nada]]]]]
 
, sentimientos encontrados, es el camino del TIEMPO y las desafortunadas iniciativas de ella que han sido inútiles hasta llorar...
 
¿Pero qué clase de lógica hay en esa guerra interior?
 
 
 
Yo pienso con la histeria por delante, yo razono con Sade metido en ambos lados de los hemisferios. Ingenua hasta el ridículo.
 
Él es hombre de hielo, sus palabras son de silencio, su cueva está vacía para mi visita.
 
Otro él, mira desde su butaca y anota con brazos comentados de tatuajes, expectante.
 
 
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En éstos momentos Histérica Sadomasoca sólo piensa con ideas deshiladas, hierven como burbujas que salen de la cacerola de la cultura desazonada de alimentos de fondas, bares y restaurantes solitarios. No consigue pintar un cuadro duro y completo, lo suficiente como para mostrarlo en un bodegón de 4X5 metros. Sentada en un café de chinos, a 3 cuadras de la Alameda Central, desova cientos de huevecillos de carne alcoholizada y amorfa, ella quisiera dar un sólo producto, bicéfalo y con 4 patas, que esté listo para saltarles al cuello de los ingentes lectores de este blog, dejándolos sedados como por impulsos nerviosos provenientes de la columna vertebral, y sin poder reponerse de sus mordidas envenenadas de historias negras y agujereadas. Algo falta, o más bien, algo sobra. La enfermedad no es manipulable, es como estar en una etapa impuesta de tocamientos de los agujeros pero sin encontrar nada en sus bocas negras, el dolor no sale para ser mostrado, el dolor está sedado. Sólo las gotas del sudor del perro de mis recuerdos visita las pupilas y exaspera. Mira, piensa, sentencia, da vueltas y vueltas,
 
Caminar entre cervezas insaboras,
Acá las uñas sin pintar,
 
Pensar la conciencia hasta el hartazgo,
Se niega la brújula,
 
Rebotar de un lado del Atlántico al otro lado del Pacífico,
Acá los 4 humores: bilis amarilla, bilis negra, flema y sangre, TODAS CON DEDICACIÓN PARA EL AMABLE LECTOR,
 
Pensar que la explicación desadecuada es que la vida está fragmentada, en estos momentos ella anda dando tumbos cual laberinto sin hilo de Adriana, ES UN ASCO DE TEDIO, ¡¡silénciate Antichrista!! Estás blanca cual pera sin sabor, asquerosa insípida. ¡Deja de seguirme! Eres aburrida, a-bu-rri-da, querida.
 
 
 
 
 
 
 

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